Libros escritos por ChatGTP. ¿Peligra el oficio de escritor?

Libros escritos por ChatGTP. ¿Peligra el oficio de escritor

El escritor norteamericano Brett Schickler acaba de sacar al mercado un libro infantil ilustrado de 30 páginas. Completar la tarea apenas le llevo unas horas. Está a la venta en Amazon: 2,99 dólares el Ebook y 9,99 dólares el libro impreso.

Para hacer su trabajo, Schickler utilizó ChatGPT, un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por Inteligencia Artificial GPT-3. 

Presentado el pasado mes de noviembre, y a pesar de sus limitaciones, ChatGPT ha provocado conmoción en todo el mundo. Y es que la herramienta es capaz de crear textos convincentes casi de forma instantánea. 

La versatilidad, eficacia y capacidad de uso de ChatGPT, ha hecho que no sólo Brett Schickler haya utilizado esta herramienta para escribir un libro. Otros muchos lo han hecho. En realidad son ya varios cientos los títulos de Ebook, disponibles en la tienda Kindle, redactados utilizando esta inteligencia artificial.

¿Quién es el autor, el escritor o ChatGPT?

Una respuesta rápida podría ser ChatGPT, puesto que a la herramienta ni siquiera hay que darle un tema para que se ponga a escribir. Con darle un título genérico, el chatbot tiene lo suficiente como para ponerse a inventar.

Sin embargo, ChatGPT no deja de ser una herramienta tecnológica que necesita de las instrucciones de un humano para trabajar. Al ChatGPT el autor tiene que decirle que hacer y cómo hacerlo para que comience a crear. El autor tiene que desarrollar el trabajo que va a ejecutar el chatbot, así que podría decirse que es un trabajo en equipo.

¿Sustituirá el ChatGPT y otras herramientas de IA a los escritores?

O quizás está pregunta podría ser la siguiente: ¿Llegará el día en el que el Nobel de Literatura lo ganará alguien no humano? Difícil saberlo. 

Aunque la Inteligencia Artificial (IA) está cada vez más presente en muchas rutinas personales y profesionales, no es fácil imaginar qué impacto tendrá en ámbitos en los que, como la escritura, la emotividad y la imaginación tienen tanto peso específico. 

La IA, además de escribir códigos de programación, ya redacta ensayos universitarios y compone vídeos, poesías y relatos. ¿Competirá con la creatividad artística de los seres humanos?

Volviendo a la pregunta con la que abríamos este epígrafe, al poco de presentarse el ChatGTP, circuló por las redes un texto que maridaba el estilo de tres premios Nobel latinoamericanos: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Pablo Neruda.

El texto comenzaba con la siguiente frase “la soledad se había apoderado de la ciudad, como una niebla espesa que se adueñaba de cada rincón”. Es verdad que la oración no responde a los cánones de la altísima literatura que se supone a un Nobel. El resultado es claramente perfeccionable. Sin embargo, es más que digno. 

La IA obedece, no entiende

Así es. De momento, herramientas como el ChatGTP, o similares, imitan, no entienden. Por esta razón, cuanto más largo sea el texto más se apreciarán las incoherencias entre el comienzo y el final del mismo. Esto es así porque son siempre las últimas frases escritas las que determinan las siguientes. Al final, en este proceso, acaba por perderse la coherencia general del discurso.

Hoy por hoy, la inteligencia artificial carece de la capacidad de crear personajes que vivan conflictos profundos con los que el lector se pueda identificar.

La creatividad en la IA

Que la IA no sea emotiva no quiere decir que no sea capaz de desarrollar elementos creativos, pero, de momento, esta creatividad, para ser realmente original –y no ser simplemente copia de copia- tiene que ser utilizada, guiada y aleccionada por un creador. 

La IA puede servirle al artista para bocetar más rápido, para perfeccionar sus propias técnicas o para hacer cosas distintas. Pero, por ahora, la IA no es capaz de desarrollar su creatividad desde cero. 

Además, el error humano, la imperfección generada en el momento, puede desembocar en un elemento especial en las artes, algo que nunca conseguirá la perfección de la IA. Como dijo el músico y escritor australiano Nick Cave “los datos no pueden sufrir, no tienen ser interior, no sobrevivieron a nada”.

Un antídoto contra la hoja en blanco

O contra la falta de ideas. Este si es un punto en el que el escritor –y, por definición el artista- sí que puede encontrar la ayuda de la IA.

Las herramientas de IA permiten al escritor ser más ágil en la etapa del desarrollo de ideas o de un esquema previo. También representa una ayuda para no tener que arrancar de la hoja en blanco. Sin embargo, en la creación del producto artístico, la creatividad humana sigue teniendo una elasticidad, propósito y visión que, aún, queda fuera del alcance de la IA.

La IA no tiene capacidad de emocionarse ni de pensarse a sí misma. ¿Cómo podría crear algo original? Carl Jung, pionero del psicoanálisis, creía que la creación no es resultado del intelecto sino del instinto de juego: “La mente creativa juega con los objetos que ama”. Tal vez ahí, en la capacidad de amar y odiar, radique precisamente el corazón insustituible de la creatividad humana.