Para empezar a buscar o decidir cuál será la voz del narrador primero ya tiene que haberse estructurado la novela o se ha decidido la historia que se quiere contar y los personajes que la van a protagonizar. Ya sólo queda contarla.
Si en un post anterior titulado, la construcción de los personajes, hicimos metáfora con un coche, decíamos que el personaje era el motor del vehículo, la voz con la que se va a contar la historia sería todo lo demás: la batería, los neumáticos, los asientos.
Cuando se entra en la lectura de un libro, cuando se comienza a viajar por ese mundo creado por un autor, la historia se presenta como un universo completo que, aparentemente –si el autor es bueno- parecerá que ha nacido de una manera orgánica, natural.
Sin embargo nada es tan simple como parece, la lectura que se está haciendo es un producto hábilmente elaborado. Para ello, se ha utilizado una técnica que combina las diferentes voces que participan en una historia de manera que suene en nuestros oídos una sola voz.
Esa vocecita que nos susurra, que nos cuenta lo que sucede en una historia, es ni más ni menos que la voz del narrador, la encargada de llevar al lector a través del contenido, personajes, opiniones, emociones… Además, aportará al relato puntos de vista, perspectiva y tono.
Por todas estas cosas, habrá que seleccionar la voz del narrador o narradora con sumo cuidado.
La elección de la voz del narrador determinará todos los aspectos de la novela.
Antes de elegir la voz del narrador, el autor habrá de tener en cuenta que quiere contar, cómo le gustaría hacerlo y cuál es su propósito.
Y es que no es posible contar, de la misma manera, una historia que involucre a la alta sociedad de Nueva York del siglo XIX que otra protagonizada por una tribu urbana del siglo XXI. Cada historia necesita de su propia voz.
¿Cuál es la voz del narrador?
Se podría decir que es un coro que integra las voces del autor, historia, protagonista y las del tiempo y el espacio en los que todo transcurre.
Es habitual escuchar a autores decir que la historia iba creciendo sin que ellos intervinieran, de un modo orgánico y natural. O lo que es lo mismo, que el libro que iban a firmar casi se estaba escribiendo solo. En realidad este tipo de declaraciones tienen mucho de pose.
La voz del narrador, como si de un instrumento se tratara tiene que estar afinada para conseguir una tonalidad y un ritmo… y esa es tarea del autor.
Tipos de voces de narradores y sus características
Figura esencial en el contexto de cualquier historia, existen diversos tipos de narrador. Su papel será informar al lector de detalles relevantes en relación con el argumento. También puede ocultarle información.
- Narrador en primera persona
Aquí el narrador es parte de la historia, está relacionado con los detalles más importantes de la trama. No es un narrador externo. En muchos casos, se trata de uno de los protagonistas de la trama quien actúa, a su vez, como narrador.
- Narrador protagonista
Este tipo de narrador habla en primera persona y suele ser el personaje protagonista de la trama. Nos cuenta los hechos desde su punto de vista, presentándose en forma subjetiva, contando solamente lo que él ve, piensa y siente
Este tipo de narrador tiene ventajas (principalmente, empatizar con el lector y aportar credibilidad a la historia). La pega es que el lector tan sólo va a poder conocer los sentimientos de este personaje, no los de los demás.
- Narrador testigo
El narrador testigo o narrador metadiegético (o sea, dentro de la diégesis, que es el mundo en el que ocurren los hechos narrados) es la voz narrativa que cuenta los eventos de un relato, de los que el narrador testigo no ha sido protagonista pero de los que puede dar testimonio.
Este tipo de narrador se diferencia fácilmente del protagonista, que es aquel a quien le ocurren las cosas del relato. Aun así relata los eventos como si los hubiera presenciado de primera mano.
- Monólogo interior
El narrador puede contar la historia en primera, segunda o tercera persona. Sin embargo, también puede adoptar la forma de monólogo interior. Será una voz que hable consigo misma para compartir reflexiones y pensamientos con el lector.
El monólogo interior informa al lector de cómo una determinada situación afecta al protagonista.
- Narrador en segunda persona
Este tipo de narrador habla en segunda persona. Esto provoca el efecto de hablar con el lector o consigo mismo.
Lo normal es que el escritor recurre a esta clase de narrador en pasajes determinados del libro –no a lo largo de toda la obra-. Otra peculiaridad del narrador en segunda persona es que habla en presente.
Es una manera de acercar al lector a la obra, de involucrarse en la trama. El narrador en segunda persona busca la complicidad del lector, dirigiéndose a él de forma directa.
El narrador en segunda persona no se puede utilizar a lo largo de toda la obra porque sería contraproducente y sonaría forzado.
- Narrador en tercera persona
Como su nombre indica, este narrador habla en tercera persona. No participa en los hechos, siendo externo a la obra, contemplándose desde fuera.
Este narrador no se corresponde con ningún personaje, ni protagonista ni secundario. Se trata de alguien que nos cuenta la historia desde arriba, como si fuera Dios.
El narrador en tercera persona puede ver todo lo que pasa en el presente de la obra. Incluso lo que ocurre en lugares alejados del escenario principal. Además, conoce lo que sucedió en el pasado y lo que ocurrirá en el futuro.
El narrador en tercera persona también conoce los pensamientos y sentimientos de los personajes. Por esta razón, puede juzgar y reflexionar sobre los actos cometidos por estos.
- Narrador omnisciente
Llamamos narrador omnisciente a un narrador que actúa en tercera persona que nos cuenta una historia desde un papel de demiurgo. Este narrador conoce el pasado, presente y futuro de todos los personajes.
Un narrador omnisciente sabe cosas de los personajes que ellos mismos ignoran. Además, el narrador omnisciente se expresa en un lenguaje neutro, sin las limitaciones que concurren en los personajes.
Como no forma parte de la historia ni la protagoniza, el habla del narrador omnisciente no tiene por qué corresponderse con el habla de los personajes. Por ejemplo, aunque los personajes sean de una clase social baja, la voz del narrador podrá expresarse en un lenguaje neutro y sin los vulgarismos o limitaciones propias de ese entorno cultural o educativo.
- Narrador equisciente
Este tipo de narrador habla en tercera persona y se corresponde con uno de los personajes. Por este motivo, el narrador aquiescente sólo puede saber y narrar lo que el personaje percibe a través de sus sentidos. También, lo que recuerda y expresa.
Un narrador equisciente se diferencia del omnisciente en que nos muestra la historia solo desde el punto de vista de uno de los personajes, en lugar de ponerse sobre varios de ellos.
Al narrador aquiescente le interesa más el conflicto general de la novela que el íntimo de un personaje. O, también, la manera en la que un determinado personaje vive ese conflicto general.
Papel que juega el narrador
Para responder a esta cuestión, primero hay que conocer la respuesta a otro interrogante ¿Hasta dónde llega el narrador? Si el narrador lo sabe todo estamos ante un caso de narrador omnisciente.
Otros dos tipos de narrador posible son el deficiente – cuenta los hechos de una historia de manera limitada, porque solo hace referencia a aquello que puede ser percibido con los sentidos- y el equisciente – el punto de vista del narrador se encuentra fijado sobre uno de los personajes y, por lo tanto, solo puede saber y narrar lo que el personaje percibe por sus sentidos, lo que siente, lo que recuerda y lo que expresa-.
La tarde de la voz del narrador será conseguir un texto fluido en el que todos los elementos de la narración (personajes, tiempos, espacios, emociones y sensaciones transmitidas…) funcionen como un coro.
La elección del narrador personaje
Normalmente, uno de los mayores problemas a los que debe enfrentarse un autor. Por una parte está la identificación, lo que significa que la voz habla desde el interior del narrador personaje, dejando ver su vida. Al hacer esto, comparte con el lector algo que es importante y que es importante para el desarrollo de la trama.
La identificación permite que el lector sienta al narrador personaje como alguien real y cercano que le habla de forma directa. El problema es que, al formar el narrador personaje parte de la historia, tan sólo puede ofrecerle al lector un punto de vista limitado y subjetivo sobre los hechos que ocurren.
El personaje elegido para ejercer como voz del narrador puede ser el acompañante del principal, como es el caso del doctor Watson, Sherlock Holmes.
Otro caso podría ser el narrador poliédrico, como el que usa Bram Stoker en Drácula, donde tenemos cartas, informes, o diarios de varios personajes.
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