A la largo de su trayectoria como escritor, Giuseppe Cafiero ha realizado reediciones, adaptaciones libres, reducciones para la radio, traducciones del francés. También ha escrito Cafiero para el teatro y la radio, colaborando con medios como la RAI, la Sveriges Radio y la Australian Broadcasting Corporation.
Después de beber de fuentes tan diversas como William Shakespeare a Eugene O’Neill, de Rudolf Erich Raspe a Alphonse Daudet, de Ernst Toller a Bertolt Brecht, Giuseppe Cafiero se ha consolidado como una referencia fundamental en el campo de la bio-ficción.
Edgar Allan Poe o la ambigüedad de la muerte es –hasta ahora- la cumbre literaria de Giuseppe Cafiero en su incursión en el campo de la bio-ficcion. En su biliografía también aparecen otros trabajos literarios dedicados a personajes como Vincent Van Gogh, James Joyce o Gustave Flaubert
Libro para conocer sobre la vida de Edgar Allan Poe
La lectura de Edgar Allan Poe o la ambigüedad de la muerte es, en realidad, un viaje por la vida del escritor Edgar Allan Poe. El lector, a medida que vaya pasando páginas, irá descubriendo a un hombre –Poe- herido por un profundo malestar, por el alcohol y las drogas, incluso por una agresividad irascible que se convierte en autodestructiva y puede llevar a la muerte.
Giuseppe Cafiero ha alcanzado un alto conocimiento sobre la figura de Poe. Para conseguirlo, Cafiero penetró hasta la raíz de su escritura, e investigar la escritura de Poe como un momento esencial de una vida.
Giuseppe Cafiero lleva al lector a través de páginas dolorosas y oscuras de una escritura inquietante, a través de los personajes que marcaron la vida de Poe, sus amistades y enemistades establecidas que contribuyeron a su frustrante y delirante inquietud.
Giuseppe Cafiero propone trazar, en este libro y a través de una penetrante imaginación, una construcción psicológica de Edgar Allan Poe a través de los diferentes personajes de sus obras, creando 16 relatos cortos y un prólogo que relatan la vida de Poe.
Cada uno de los relatos incluidos en Edgar Allan Poe o la ambigüedad de la muerte se construye a través de sucesos surrealistas y de la presencia de determinados personajes de modo que cada historia delinea a partir de la vida un año concreto de la vida de Edgar Allan Poe.
Edgar Allan Poe o la ambigüedad de la muerte son una suerte de memorias necesarias para entender bien qué fue de la vida de Poe, marcada por el abuso y la extrañeza, que permitió a este increíble escritor esbozar una voluntad conquistada por el ineludible placer de la escritura.
Extracto del libro
El teatro, construido un año antes en el lado norte de la H Street, se convirtió en una trampa candente cuando, al elevar al techo el candelabro, las velas encendidas rozaron uno de los elementos escénicos que inmediatamente se prendió.
Entonces, una infinidad de chispas comenzaron a caer, como lluvia, sobre la parte posterior de los andamios de madera, entre paredes infames hacinadas entre ladrillos para contener a un máximo de seiscientas personas. Fue entonces que Mr. Robertson, el editor del Richmond Enquirer, de repente gritó: «The house is on fire!».
Todo sucedió al inicio de la representación de la obra Raymond and Agness or Nun Bleeding, luego de haber visto la comedia The Father, or Family Feuds.
El editor del Richmond Enquirer se encontraba presente en la sala, y por esto las noticias fueron referidas con exactitud, contando detalladamente crónicas dolorosas.
—¿Una trampa de fuego? ¿Un apocalipsis? Ha caído, ha caído Richmond la grande —gritó un puritano. Miserable insinuación remontarse a la época en que ocurrió este infame desastre al hablar de la conducta de Mrs. Elizabeth Arnold Hopkins Poe, la actriz, apenas fallecida.
A partir de ese momento, solo se escuchaban gritos, «¡Auxilio, auxilio!», entre el lúgubre sonido de campanas y el crujido de maderas incendiadas. El fuego estaba devorando el lugar.
Luego, el olor nauseabundo de los cuerpos que ardían en medio de gritos ensordecedores de dolor: cincuenta y cuatro mujeres y dieciocho hombres murieron carbonizados. Fuego cruel.
Muchas de las víctimas pertenecían a las familias más ilustres de Virginia. También el gobernador del estado, Mr. George William Smith, y el exsenador Mr. Abraham B. Venanzoni fallecieron en el incendio. Se encontraban entre las víctimas varios negros, pero pocos sabían o querían recordar sus nombres.
Es cierto, sin embargo, que un tal Gilbert Hunt, esclavo negro que tenía su taller de herrería a un lado del teatro, salvó por lo menos a una docena de personas.
Para algunos, las muertes simbolizaron un supremo acto purificador. Dar un sentido preciso al rigor, a la intransigencia moral y al fundamentalismo de rango.
El fuego dio la inspiración y la oportunidad a los evangelistas, los bautistas y los metodistas para exaltar sus predicaciones contra las monstruosidades de un modernismo infame como la vulgaridad inmoral de los espectáculos de teatro u otros pasatiempos similares.
Cada catástrofe se convirtió, entonces, en una especie de castigo divino por perversiones indignantes, como la de Mrs. Elizabeth Arnold Hopkins Poe, la actriz, que había concebido una hija fuera del matrimonio.